Hace unos días tuve la suerte de disfrutar de un viaje de prensa «Catalunya experience» para conocer la zona de Lérida y Pirineo Catalán. Ha sido un viaje intenso y emocionante. Tanto, que estoy deseando escaparme en familia para vivirlo desde otro punto de vista.
La zona visitada y las actividades propuestas son el mix perfecto entre naturaleza, historia, gastronomía y aventura.
Jueves: llegada a Lérida.
El punto de partida fue Lérida, con alojamiento en el Parador de Roser, que se encuentra ubicado en un antiguo convento que data del siglo XVII en pleno casco histórico de la ciudad. Un edificio emblemático en el que poder cargar pilas para lo que estaba por llegar.
Como cena de bienvenida tuvimos la suerte de poder probar los platos del chef Jesús Gimena en el restaurante L´Espurna. Producto local de temporada para una propuesta que mezcla perfectamente la tradición y la creación.
Yo no lo sabía pero este viaje estaba destinado a ofrecerme varias «primeras veces» como experiencia. Y así fue como probé los caracoles, plato tradicional que no podía faltar en la mesa de este restaurante.
Viernes: Viña de los Artistas, comida entre olivos y parapente.
El primer día comenzaba con la visita a La Viña de los Artistas. Un espacio en el que conviven viñedos y arte de una manera natural. Una propuesta diferente por la que han obtenido varios reconocimientos. Obviamente no podíamos irnos sin hacer una cata en la Bodega Mas Blanch i Jové. Destacamos que solamente se producen 65.000 botellas de vinos ecológicos únicos.
Después teníamos preparada otra cata muy especial para conocer de primera mano el proyecto de un productor de aceite de oliva de Cataluña: Oli Nousegons, un aceite de oliva de baja acidez calificado por los expertos como uno de los mejores de España. Fue realmente curioso poder hacer la cata a ciegas de aromas primarios y secundarios y probar el aceite maridado con frutas y quesos.
Para la comida, entre olivos y almendros, contamos con el chef Gonzalo Ferreruela que nos preparó un menú con productos y elaboraciones de la tierra. Todo maridado con 4 vinos de la D.O. Costers del Segre. Una comida de sabores intensos y puros que disfrutamos en un entorno privilegiado.
El broche de oro del día sería disfrutar de un vuelo en parapente gracias a la escuela Entrenúvols. Una experiencia única que tardaré en olvidar.
Después del vuelo de iniciación, pusimos rumbo a Erill la Vall, dónde nos alojaríamos en el Hostal la Plaça, frente a la iglesia románica de Santa Eulalia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sábado: esencia románica y proyectos de la tierra.
La jornada del sábado comenzaba visitando el Centro del Románico del Valle de Boí y después nos moveríamos hasta Sant Climent de Taüll donde pudimos disfrutar de una proyección de vídeo mapping impresionante en la que se aprecia a la perfección cómo eran las pinturas originales en esta iglesia emblema del románico.
En esa misma zona, pudimos conocer dos proyectos muy vinculados a la tierra: La Quesería de Taüll, pequeños productores de queso de cabra que elaboran a partir de leche de su propio rebaño. Y Taüll Organics, un cultivo de plantas medicinales orgánicas que elaboran producto propio.
Para comer nos movimos hasta el pueblo de Barruera, a disfrutar de la cocina de El Ventador. Cocina elaborada, sabores diferentes, producto de calidad y un ambiente muy agradable. La chef Elisabet Farrero ha sido premio revelación en la última edición de los Premios Nacionales de Gastronomía 2022.
A la tarde, pudimos visitar RibagorSanes. Un observatorio de variedades de manzanas y peras coordinado por Xavier. Se trata de un centro de referencia de la fruticultura en las comarcas pirenaicas. Allí pudimos conocer cómo trabaja y degustamos el zumo de manzana y la sidra de pera.
Al final del día tocaba excursión hasta Durro. Donde de la mano de Moisés a la cabeza de Guías Taüll, pudimos conocer la tradición de les Falles. Una festividad tradicional que ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Desde la ermita de Sant Quirc pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes justo antes de volver a cenar a Barruera, al restaurante L´Era.
Domingo: naturaleza y ruta en bicicleta.
El domingo comenzaba con una ruta 4×4 para llegar a un entorno impresionante y conocer de primera mano un proyecto familiar: la explotación ganadera ecológica de Vaca Bruna.
Después nos movimos hasta el pueblo más alto de la Val d´Aran: Bagergue, donde pudimos conocer y degustar los quesos que elabora Toño en la Quesería Hormatges Tarrau. Típico queso aranés y con la calidad de la leche de vaca de los Pirineos.
Para la hora de comer fuimos a Salardú, al restaurante Prat Aloy. Un jardín inmenso con vistas al pueblo, familias pasando el día y degustando comida tradicional. Un lugar con encanto y platos ricos.
La tarde pintaba de tormenta pero estuvimos a tiempo de conocer dos proyectos más. Para ello subimos hasta Pla de Beret y allí estaban esperando los responsables de la quesería Tros de Sort, productos del Pallars Sobirà, y Josep y Gemma, detrás del proyecto Herbes de l´Alt Pirineu.
El tiempo nos dio tregua e incluso pudimos hacer la actividad prevista: un paseo en bicicleta con Esierri Bikes & Ski desde las Bordes de Perosa hasta el Refugio de Fornet.
Merecido descanso después de esta jornada: el alojamiento esta noche fue en El Hotel Poldo, en Guingueta d’Àneu. Un hotel familiar con mucho encanto.
La cena fue una experiencia gastronómica muy especial gracias al chef Mariano Gonzalvo en su espacio Lo Paller del Coc.
Lunes: bodega y alta montaña en Llesuí.
La última jornada nos tenía reservadas visitas y experiencias muy especiales. Comenzamos conociendo la bodega Batlliu de Sort, donde trabajan las variedades Pinot Noir, Riesling y Viognier. Después nos trasladamos hasta la montaña de Llesuí para visitar uno de los productores de carne de la zona, Cal Roi Pastor, una pequeña granja familiar dedicada a criar ovejas de raza xisqueta.
La comida nos esperaba en lo alto de la antigua estación de esquí de Llesuí y corrió a cargo del Café Pessets. Pudimos degustar diferentes carnes del Pallars cocinadas en diversas técnicas. Calidad, sabor intenso y elaboraciones muy interesantes.
El broche de oro a esta experiencia «Catalunya experience» fue un descenso en rafting con LaRaftingCo por el río Noguera Pallaresa a través del Congost de Collegats.
Ha sido una experiencia inolvidable, una zona muy apetecible con mucho que disfrutar. ¡Sin duda volveremos en familia!
Gracias a toda la organización por hacer de estos días una experiencia intensa e inolvidable.
Agradecimientos:
Mariona y Rebeca, coordinadoras de Catalunya Experience y la empresa outdooradventour.
Os dejo enlazada también la crónica de la primera experiencia que vivimos en familia gracias a Catalunya Experience, allá por 2018.