Arwen Abenstern
Arwen Abenstern via Flickr

En la teoría todo es muy fácil. Todos hemos leído la manera en la que hay que actuar ante una rabieta. Hay decálogos, consejos de mil psicólogos, todas hemos visto a super nanny conseguir cambios de actitud de una manera mágica pero….aaaa miga, la vida real en una casa normal no es así.  La máxima «ante una rabieta ignora su conducta» no resulta tan fácil en propia piel. O al menos a mi no…

Es una de las cosas que más me está costando como mamá….Gestionar las rabietas de Amaya es toda una odisea y cuando se enciende parece que hay una guerra nuclear en casa. Pataletas, gritos, lloros, palabras feas….Ha tenido una época tranquila (para el genio que tiene podemos calificarlo así…) pero lleva unas semanas a tope de enfados.

Creo que el hecho de que Mateo empiece a competir con ella se le está haciendo complicado.

Mateo ya gatea, ya se enfada si le quitan un juguete, ya tira del pelo y ya hace mil monerías. Yo se que le quiere porque de hecho más de una vez le pillo abrazándole y diciéndole por lo bajini «te quiero, cariño», pero creo que también es doloroso para ella que le quiten su terreno, tener que compartirlo casi todo o comprender que él hace cosas mal sólo por ser pequeño.

berrinche3

Amaya se enciende por cosas normales, pero creo, como madre con sentido común, que no debemos evitar esas cosas para que no se enfade: por ejemplo: tomar medicina, cenar lo que hay ese día, apagar la tele o que cuando le dices que NO hay más caramelos es que NO hay más y punto.

via Helpmystile
via Helpmystile

He buscado información sobre cómo gestionar las rabietas por que, sinceramente, no se hacerlo a la vista de las últimas semanas.

Sin embargo, las cosas que te dicen te hacen pensar que quien ha escrito eso, pocas veces se ha enfrentado a un niño con una rabieta nivel 15 y en este punto me «molesta» que los artículos se escriban como si fueran una receta de cocina : «Acaba con las rabietas en 4 pasos», 0 » 10 consejos para controlar las pataletas».

Después de mucho leer allá van unas cuantas recomendaciones que he recopilado:

  • La actuación recomendable antes de la rabieta es la prevención.
  • Negocia (En esto Amaya es experta así que es algo natural).
  • Mantén la calma, no eleves el tono. (Lo intento, de verdad. Pero llega un punto en el que me cuesta. Cuando llevas diciéndole 7 veces que deje de hacer algo y entra en bucle…es difícil no gritar y…luego me siento fatal porque no quiero que sienta miedo…pero ¿cómo haces que reaccione?)
  • Ofrece alternativas. (¿Alternativas a tomar la medicina o dejar de pintar la mesa? Hay pocas…)
  • Intervenir físicamente para cambiar el equilibrio energético de la situación. (¡esta me ha encantado!)
  • Acompañar de forma respetuosa al niño en el berriche.
  • Ofrécele un abrazo si lo desea. ( Ella siempre pide abrazo y en un 99% de las veces tengo que dárselo para que se calme y poder avanzar pero…depende en qué situaciones siento que ha ganado el pulso)
  • Ponte a su altura y mírale a los ojos mientras le dices que entiendes su enfado.
  • Cuando se calme refuérzaselo de manera positiva. (esto si lo hago bien!!! hurra!!)
  • Después de la rabieta: poner palabras a sus emociones les ayuda a ir aprendiendo a identificarlas y aprender a gestionarlas. (Lo hago pero poco tiempo, creo que una vez pasada la rabieta es mejor avanzar y salir de esa situación tensa.)

berrinche4

A partir de hoy mi propósito es respirar hondo cuando llegue la rabieta y ayudar a Amaya a que pase lo antes posible y con el menor sufrimiento.

Yo se que ella lo pasa mal cuando se ve metida en el «tornado berrinche». Lo se porque luego me pide perdón, porque necesita saber que la sigo queriendo a pesar del mal rato, de las malas contestaciones y  las pataletas.

Yo lo paso mal porque no se cómo hacerlo bien. Por que se supone que tengo que ayudarla y no siempre puedo. A veces la abrazo, a veces me distancio para que se le pase y me da miedo que esa falta de constancia en mi manera de actuar la despiste y se sienta perdida.

Poco a poco se pasa….a veces negociamos, a veces no, a veces quiere hablar o que la abrace, a veces no… La única pauta es que cuando llega la calma nos abrazamoslas dos sentimos que hay un borrón y cuenta nueva.

Y tu, ¿cómo gestionas las rabietas de tus hijos?

26 Comentarios

  1. Paula Martín 11/02/2015 at 08:34

    Nosotros, con dos años y medio, aún no nos hemos tenido que enfrentar a rabietas de verdad. ¿A que edad empiezo a parapetarme para hacerme frente a ellas?

    1. belén 11/02/2015 at 09:00

      pues…no lo se Paula. Imagino que cada niño es un mundo. Amaya empezó a los dos años aprox creo recordar pero siempre ha tenido un genio tremendo y es tozuda. Ojalá no te lleguen las rabietas! Se pasa fatal!

  2. Blanca 11/02/2015 at 09:07

    Pues por lo que dices, yo creo que las gestionas mejor de lo que piensas… Yo tengo un niño de tres y tambien me cuesta pero lo de ofrecer alternativas me funciona. Por ejemplo: Te quieres tomar la medicina en la cocina o el comedor? Te la quieres tomar antes o despues del baño? Quieres pintar en el papel o en el cuarderno? Parecen tonterias, pero de verdad que funcionan, al menos con el mio. Per claro, cada niño es un mundo!

    1. belén 11/02/2015 at 09:58

      Hola Blanca! A veces hago como tu:¿quién te da la medicina, papá o mamá? Y cuando decide quién, con ese, vuelve a negociar. ¿Antes de cenar o después? y después de eso, vuelve a negociar….y entramos en bucle. MIl gracias por tu recomendación. Seguiré probando! besos!

  3. Marta González 11/02/2015 at 09:23

    Muy bueno el post! yo he tenido suerte con eso, no ha sido de rabietas… cada vez que veo a unos padres desesperados intentando levantar del suelo a un niño gritando en el super o en la calle haciendo lo posible por mantener la calma, me siento afortunada… espero que siga la racha y pase una buena adolescencia!! eso es otro capítulo aparte, jajaja

    1. belén 11/02/2015 at 09:56

      Suertuda!!! jajajaja. Ves, a mi que en la calle me monte un pollo no me importa tanto. Se que decirle que si sigue así se queda en la calle porque yo sigo el camino le hace reaccionar y si avanzo, me sigue. Pero en casa…..ayyyyy en casaaaa!! Ánimo con la adolescencia, son etapas, otros problemas, inquietudes…vuestra peque es tranquila asi que …calma!

  4. Almudena 11/02/2015 at 09:28

    Saioa ha tenido millones de rabietas, por nuestro trabajo pasa mucho tiempo con sus abuelos, cosa que se va a acabar en la medida que podamos y claro allí todo es jauja y aquí no. Pues bien, yo me considero muy buena jugando con rabietas, no tanto cuando en el día a día le digo que haga algo y me ignora, no es que diga que no, es que me ignora.
    La rabieta la ataco ignorandola de primeras, la tengo pilladísima y en poco rato ella misma viene y pide perdón, o recoge lo que ha tirado, entonces me agacho la abrazo, le digo que eso está muy bien y le explico que le ha ocurrido, sus sentimientos y llega la paz al hogar durante muuuucho rato, porque después de eso está súper tranquila. Mi miedo eran esas rabietas y mira, las llevamos genial. Ya te digo, no tanto que me ignore cuando le digo «a vestirse» o «al baño», eso estoy ahora en ello para no acabar como los locos chillando, porque ella me tiene tomada también la medida claro.
    Un besazo

    1. belén 11/02/2015 at 09:55

      Si es que los hijos son más listos que los padres! A mi Amaya también me tiene cogida la medida….y también me ignora cuando le pido algo y claro, a la séptima vez que le pides que apague la tele para hacer otra cosa: bajar a la calle, cenar, bañar o lo que sea…pues te enciendes porque al final, a base de paciencia han pasado 35 minutos y sigue haciendo lo que ella quiere…
      Yo tengo comprobado que ignonarla no funciona demasiado…por eso me vuelvo loca.

  5. Cristina. Cosas de Infantas. 11/02/2015 at 09:49

    Me ha encantado tu post. Yo hay días que lo llevo mejor y días que peor.
    Ayer, por ejemplo, me pude poner una medalla, pero otros días me pasa como a ti. Sobre todo lo de gritar. Lo llevo fatal, sobre todo, lo mal que me siento cuando lo he hecho.
    En mi defensa diré que soy gritona por naturaleza. Vamos, que cuando estoy contenta también grito mucho…
    Un beso grande y toneladas de paciencia…

    1. belén 11/02/2015 at 09:52

      Una medalla para las gritonas que se controlan! jajajaja. Alivia saber que todas tenemos algún punto débil…mil gracias por compartir.Un besazo

  6. Marisa Peral 11/02/2015 at 15:02

    Qué buenos comentarios todos.
    Os felicito y os deseo mucha paciencia porque te das cuenta de que cada niño es diferente.
    Y lo es todos los días. Hay días que una táctica te funciona genial y al día siguiente no sirve para nada.
    Besos y más besos.

    1. belén 11/02/2015 at 16:53

      Eres la mejor, mamá. No sólo te lees cada post sino cada comentario! Efectivamente, no somos máquinas, así no nos funciona lo mismo a todos ni lo mismo cada día. Te quiero infinito

  7. agatakrreras 11/02/2015 at 22:07

    Buf! Tema complicado! Nosotros todavía no estamos muy en crisis de rabietas pero sí que hay días más difíciles… Yo soy de las que les cuesta no gritar cuando pierdo los nervios… Habrá que crecer en paciencia, no?
    Mi único truco es cambiar la estrategia si veo que durante varios días hago lo mismo y no funciona. Si haces siempre lo mismo no puedes esperar resultados distintos, y menos de un pequeñajo de 2 años enfadado! jaja
    Ánimo a todas! Nosotras podemos! ;)

    1. belén 12/02/2015 at 08:32

      Pues si, la verdad….la paciencia es la mejor arma aunque a veces cueste….somos humanas!!!!Un beso enorme

  8. hellomarielou 12/02/2015 at 00:07

    Ay madre, las rabietas es una de las cosas que más miedo me da, por no saber cómo reaccionar. De momento, Hugo ha tenido varios conatos de rabieta, se ha tirado al suelo llorando, yo siempre he hecho como si nada y amablemente le he dicho «anda, venga vamos!» y se ha levantado tan pancho (minirabieta de dos segundos) pero temo cuando sea más mayor y tomen otro calibre, o la temible rabieta en medio del súper…tierra trágame!!
    Ya me veo yo diciéndole a mi marido: «anda, déjame a mí que voy a intervenir físicamente para cambiar el equilibrio energético de la situación!!» …acto seguido llama al 112 jajajaja…vaya tela.
    Un beso guapa!

    1. belén 12/02/2015 at 08:33

      Si Hugo llega a tener rabietas en el super, no te preocupes. Si hay madres alrededor te comprenderán!!! un beso. reguapa!

  9. Petit-on.com 12/02/2015 at 10:01

    Mireia y Víctor no son de muchas rabietas, pero las que han tenido han sido memorables, pero MEMORABLES! jajjajaj Como aquella vez que Mireia se pasó 2 horas de reloj en la playa llorando a pleno pulmón empeñada en que quería un cubo que no habíamos llevado…
    Me ha encantado leer tus tips. Viva Amaya! ;)

    1. belén 12/02/2015 at 10:02

      Dos horas??madremiadelamorhermoso!!! Reguapa, vienes a Synergies??’ en Marzo??? Ganas de conocerte!!!

  10. teresa rey 12/02/2015 at 10:48

    Yo las he sufriod con mi hija pequeña los otros dos no tuveron nunca una rabieta, esta quiza al ser la más peque y estar mimada por todos tiene aun alguna que otra. A mi la ignorancia me sirve bastante bien ella se pone muy digna todo hay que decirlo pero al final acaba acercandose a dar un cariñito o pegandose a mi como una pequeña lapa. Las primeras veces era terrible si pierdes los nervios estas perdida.

    1. belén 12/02/2015 at 10:49

      Hola Teresa! tomo buena nota de lo que me dices. Tu eres madre experimentada! Un abrazo!

  11. ana ryder 16/02/2015 at 09:47

    Me siento identificada al 100% con todo. La rabieta, la pérdida de paciencia (porque tendríamos que ver aquí al santo Job), el sentimiento de culpa. Me hace gracia ver los consejos tipo receta que te dan, como si todos los niños y los adultos fuéramos iguales o estuviéramos hechos de la misma pasta. Yo he llegado a estar una hora aguantando un lloro constante, hasta que tengo los nervios de punta y estallo como un volcán. Al final, creo que es un ten con ten y que es mejor guiarse por el instinto de cada uno según las circunstancias. En mi caso, he comprobado que con mi hija funciona tenderle las manos y que me acompañe cuando quiero que haga algo (vestir, peinar, comer, ¡tomar el jarabe!). Llamarla veinte veces no sirve de nada (está en su mundo, es que ni me oye) y a mí me saca de quicio. Por supuesto que cualquier niño responde bien cuando te sacas conejos de la chistera, y aunque tengo imaginación para ello creo que hay un límite que no se puede dejar pasar, y que tienen que obedecer y punto sin necesidad de ponerles fuegos artificiales.

    En cualquier caso, me anima mucho leer testimonios como el tuyo para que se me quite el complejo de ogro que tengo la mayor parte de las veces. ¡Gracias y un beso!

    1. belén 16/02/2015 at 11:49

      Compleo de ogro fuera, Ana! no es nada fácil lidiar con las rabietas…identificada también con que no te oigan cuando les llamas porque están ocupádisimos pintando, viendo dibus o liándola parda!!! No dejes de seguirme. Un abrazo!!!!

  12. Elisa Ollora 16/02/2015 at 09:48

    No conocía tu blog que por cierto es precioso!!!
    Gracias por tu opinión y experiencia porque yo ando perdida a veces.
    Camila hace 2 años esta semana y ya ha tenido bastantes berrinches, hay veces que se ha tirado llorando demasiado tiempo para mi gusto, lo paso fatal viéndola así, pero no quiero ceder a lo que ella diga o quiera :( respecto a gritar me cuesta mucho controlarme y luego me siento fatal

    1. belén 16/02/2015 at 11:47

      Gracias por comentar Elisa y por compartir tu experiencia!. Creo que oir otras historias de otras mamás con niños con rabietas nos ayuda a todas. Ánimo, paciencia y cariño!

  13. S i R fem 16/02/2015 at 15:30

    Buff veo que estamos todas igual. Yo tengo 4 niños y con cada uno me ha funcionado una cosa distinta, aunque creo que este peque de 15 meses va a ser el peor en tema rabietas. Al ser el peque quiere conseguirlo todo y sino …rabieta que te crio!!!!
    NO conocia tu blog y me encanta !!!!

    1. belén 16/02/2015 at 15:49

      Gracias por entrar y comentar! 4 pequeñajos? maaaaadre mia, tu si que eres una bendita heroina! ánimo con el peque, suelen ser los más consentidos así que…paciencia!