maternidadLa semana pasada, una buena amiga ha sido mamá de mellizos, y en el grupo de whatsapp de las amigas comenzamos a darle vueltas al regalo que le haríamos a los pequeños. Una vez solucionado, se planteó que porqué no regalábamos algo a los padres. Sinceramente me pareció una muy buena idea ya que los padres, en estos casos, son (somos) los grandes olvidados. Los bebés se llevan las carantoñas, las fotos y son los protagonistas pero…los padres también necesitamos mimos en estos momentos.

Una de mis amigas lanzó esta pregunta al grupo: «Las que habéis sido madres, ¿qué es lo que más os apetecía?» y de esa pregunta nació este post.  Lo vi claro. Tenía que escribir todo aquello que sentí y eché de menos cuando mis hijos nacieron y nadie me preguntó.

Las cosas materiales son…accesorias, y al final las pides o las buscas tu solita, que estás molesta con los puntos pero…no te queda más remedio que moverte. Como el jamón serrano, el gran hit del postparto, que después de haber salido negativo el análisis de toxoplasmosis pues…apetece catarlo y te sabe a gloria.

maternidad

Pero hay varias cosas que nadie te pregunta cuando acabas de dar a luz y que realmente necesitas como mujer y como recién estrenada mamá con miedos y con las hormonas disparada. Algo tan sencillo como: «¿cómo estás?, ¿cómo te encuentras»? se agradece más que nunca. En mi caso, ese «cómo estás» lo necesité desde antes de dar a luz. Si me has leído en otros post sabrás que mi primer embarazo fue gemelar y perdimos al segundo bebé en las primeras semanas. La gente que me rodea se centró en animarme, en hacerme pensar en positivo, en poner toda la energía en el bebé que seguía fuerte y que vendría meses después pero nadie me preguntó cómo me sentía al haber perdido ese bebé. Ni siquiera tiempo después nadie me preguntó «cómo estás», no se si por respeto, pudor o simplemente por olvido.

Si tienes una amiga que está a punto de ser mamá o acaba de serlo, de corazón, pregúntale cómo está. En esa maraña de sentimientos, de montaña rusa de alegrías y temores, de dolor físico y sentimiento de plenitud, pregúntale «Cómo estás».

Segunda tanda de preguntas que nunca me hicieron. En el  hospital, no se si al decidir dar a luz en un hospital dan por hecho que acatas su «protocolo» sin cuestionarlo. En mi caso, tras el primer parto, nadie me preguntó si quería dar el pecho o si necesitaba ayuda para darlo (en aquel momento era tan novata y desconocía tanto el tema que tampoco sabía que podía haber buscado ayuda previa). Dieron por hecho que daría el pecho y que me apañaría sola para hacerlo. Nadie me preguntó tampoco si quería tener a mi bebé conmigo en la cama, si quería ofrecerle el chupete o no, nadie me tomó en consideración…pero claro, eres primeriza y hay cosas que no te has planteado sino que esperas ayuda o consejo pero….cuando cada vez que una enfermera o pediatra entra en la habitación y te «regaña» por estar haciendo lo que la anterior te ha dicho que hagas….lejos de ayudar, cabrea.

En este sentido eché de menos que algún facultativo del hospital se parase 20 segundos a preguntarme cómo quería hacer las cosas; si lo tenía claro o si tenía dudas. También me echo la «culpa» a mi misma por no haber buscado información previa, todo sea dicho.

chupete

Tercera pregunta: ¿Quieres intimidad?. Esto es o muy complejo o muy sencillo. Hay padres que no quieren recibir visitas en el hospital y prefieren esperar a estar en casa con el bebé y con la rutina cogida para hacer presentaciones y hay padres que, estando bien bebé y mamá, les hace ilusión recibir amigos y familia (visitas cortas, no hace falta sentarse 2 horas en el sofá del acompañante). PREGUNTA. Es tan sencillo como eso. En nuestro caso, recibimos visitas de familia y amigos en el hospital pero echamos de menos recibir el cariño en persona de amigos que dieron por hecho que mejor nos veríamos en casa. En nuestro caso estábamos deseando compartir nuestra felicidad.

Otro momento especialmente complicado en el que echas de menos preguntas es en la soledad durante la baja maternal. Si, soledad en muchos momentos. Todo el mundo vuelve a su rutina y tu te quedas con tu nuevo amor infinito pero…no es fácil las 24 horas del día. A veces necesitas consuelo, aliento, ánimo…a día de hoy, creo que si volviera atrás sin duda buscaría apoyo en  algún grupo de mamás. Una vez más, sin tienes una amiga que acaba de ser mamá, no cuesta nada llamar o poner un mensaje a las ….11:30 de la mañana y preguntar «cómo estás». Quizá soy demasiado exigente en este sentido pero…quiero ser sincera y contar lo que realmente necesité en aquel momento.

En cuanto a los papás. Lo mismo te digo. Si nosotras las madres estamos maltrechas después del parto, los padres son los grandes olvidados. Pregúntale también cómo está y, en mi caso, creo que mi chico sintió muchas de las cosas que yo sentí en la misma medida. Es entonces cuando ser un buen equipo ayuda.

Si te ha gustado este post quizá es porque estás ahora mismo en este momento de la vida. Recién parida y con la lágrima floja así que, para ti, «¿Cómo estás?».

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¡Feliz día!

21 Comentarios

  1. Carolina - Siesta de verano 16/02/2016 at 09:06

    Me ha gustado mucho tu post! Recuerdo que en mi primer embarazo todo el mundo hablaba del parto pero nadie del postparto.
    Yo tuve un parto corto y bueno pero un postparto largo y doloroso. Me encontraba fatal en el hospital y aunque el primer día, aún anestesiada, me encantó ver a familiares y amigos, los siguientes días las visitas fueron un poco tortura. La gente lo hace con su mejor intención pero hay personas que alargan las visitas o llegan a horas un poco intempestivas.
    Sinceramente, en este momento, a dos meses de volver a dar a luz, acordarme de eso hace que se me pongan los pelos de punta.

    Respecto a tu post, recuerdo un día en el ascensor de un centro comercial, que una mujer me vio con mi bebé recién nacido y me preguntó cómo estaba y cómo lo llevaba. Supe que era madre y que su comienzo tampoco habría sido lo idílico que imaginas cuando no tienes niños. Me encantó la pregunta. qué fácil verdad?

    Un abrazo!!!

    1. belén 16/02/2016 at 09:09

      Gracias por comentar Carolina! En el segundo parto todo se gestiona mejor, ya verás. Y…si, a veces una mamá desconocida te pregunta cómo estás y sientes alivio y empatía…Que todo vaya muy bien!!! Un abrazo enorme!

  2. Natines 16/02/2016 at 10:01

    Buenos días Belén! Que maravilla de Post con el que estoy totalmente de acuerdo…

    Creo que ser empático con las mamis y papis es muy importante y preguntar cómo están y qué necesitan no cuesta nada.

    Y el tema Hospital da para otro Post Belén…me he visto reflejada 100%.
    En mi caso eché de menos un poco de seguimiento de mi comadrona y/ó ginecólogo al llegar a casa..esa primera semana con las hormonas revolucionadas es la bomba.
    La subida de la leche, las tomas, la falta de sueño los puntos….está claro que el » instinto animal» hace que cuides de tu bebé lo mejor que sabes y pones tu vida en ello pero una llamada de: Hola, ¿ qué tal cómo vas? hubiera sido música celestial!

    Menos mal que al mes de dar a luz asistí a recuperación del parto con mi bebé y allí junto con otras mamis y Conchita la comadrona que nos enseñaba ejercicios y nos daba consejos fue una maravilla y me ayudó un montón!!!!

    Besos

    Natalia

  3. Estela 16/02/2016 at 10:32

    Suscribo todo lo que has dicho Belén. Un post buenísimo y perfecto para que lo lean las madres primerizas y allegados… Un besazo

  4. Tamara 16/02/2016 at 10:48

    Me ha encantado tu post, hace menos de un año que fui madre y la pequeña nació un mes y una semana antes (es decir fue prematura) y la verdad que a los amigos había confianza como para decirles que prefería las visitas en casa pero la familia…..eso ya es otra cosa.
    Me pusieron en una habitación sola y en uno de los días que estuve en el hospital me vi rodeada por 17 personas (contadas) de la familia de mi marido alborotando y yo nerviosa perdida…al final mi suegra me dijo que debía relajarme que era normal que todos quisieran visitar al bebe (cosa que me sentó como una patada ahiiii mismo) luego la bronca de las enfermeras por supuesto me la lleve yo!!!
    Así que futuras mamas…tengan carácter y pensad en la tranquilidad propia y del bebe.
    un beso muy buen post

  5. Nuria U.C. 16/02/2016 at 10:53

    Hola Belén,
    has sido muy pero que muy sincera en el post de hoy . Después de ser mamá por primera vez, la verdad es que me sentía bastante triste y perdida. No había nada de parecido a lo que yo me había imaginado . No me gusto nada la poca delicadeza en el trato que recibí en el hospital . Me hubiese gusto mucho haber recibido más atención , como bien dices tu, que se hubiesen preocupado por como me sentía yo . También recuerdo que me molestaba muchísimo que todo el mundo se creyera con derecho a opinar y a decirme que lo estaba haciendo mal o que tenía que hacerlo de tal o cual manera : ( Mi pareja también lo sufrió por que veía que yo estaba mal y no sabía muy bien como ayudarme . A parte del tema relaciones , que durante meses no podía soportar ni que me tocara o besase . Pobrecito mío .Con la segunda no tuvo nada que ver , un abismo de diferencia . Ya sabía como era y lo lleve mucho mejor . El pasado viernes mi hermana tuvo también mellizos y hemos coincidido en regalarle a ellos . Los bebés son preciosos , muy buenos y ya han recibido muchos regalos , así que los papás se merecen unos mimos y detalles especiales . No me voy a cansar de preguntarle : cómo estás? .
    Feliz día .
    Nuria

  6. María José Delgado 16/02/2016 at 10:55

    Muchas gracias por tu post. Yo estoy en la baja maternal y si me siento sola. Con una casa que es una leonera, sin quitarme el pijama y el moño y llorando 20 horas al día con el en brazos. Y a la vez que lloro me siento peor por llorar porque lo he buscado durante 4 largos años. A mí se me adelantó el parto. A las 34 semanas se rompió la bolsa y mientras me estaban provocando el parto corrieron para hacerme una cesárea de urgencia con anestesia general por pro lapso del cordón. El Niño a la incubadora y yo lo conocí a las 24 horas. Eso me provocó el primer gran vacío de esta aventura. No verlo nacer y que corriéramos peligro los dos. Se complicó la cosa. En fin. Gracias por escucharme un poquito en mi soledad.

    1. belén 16/02/2016 at 11:03

      Hola Maria José, cuanto siento todo lo ocurrido y oir que te sientes sola. Es así, muchas sentimos esa soledad en la baja maternal. No se en qué ciudad vives pero te recomiendo que busques remedio. Un grupo de lactancia o de crianza. Yo ni sabía que existían… Si te puedo echar una mano, dime. Y no me canso de repetir, cómo estás?? Un besazo

  7. Sonia - Pacto de Tres 16/02/2016 at 10:56

    Mi primer parto fue muy bueno pero el postparto un estrés. La habitación llena de gente de los cuales podía prescindir excepto de padres y hermana, las dificultades para instaurar la lactancia y todo el mundo mirando y opinando, problemas con una episiotomía que hubo que volver a resuturar en quirófano… en fin, todas las atenciones eran para el bebé. Recuerdo que tenía un libro del bebé en el que ponía: «pega una flor seca de tu ramo de flores» y yo lloraba porque nadie me había regalado flores ni nada…
    Ahora, a dos meses de dar a luz de la segunda, sé de cosas por las que no quiero volver a pasar y me aseguraré de autorregalarme unos «after eight» para resarcirme de la diabetes gestacional… pero eso ya es otra historia…

  8. saludosalpollo 16/02/2016 at 11:00

    Muy buen post, Belén.
    Los primeros días todo el mundo te pregunta como estás, en el hospital y los primeros día en casa todo se sobrelleva más o menos, a pesar de la montaña rusa hormonal, pero cuando empieza por así decirlo la rutina, tu pareja se marcha a trabajar, y tu pasas las horas con ese pequeñín, muchas veces sin la compañía de nadie más, porque claro, a esas horas esas amigas con las que te desahogarías encantadas, están trabajando, y vas vagando como un zombi por las calles empujando el carrito para que se duerma, vendiendo tu alma por una siesta de un par de horas y acordándote de quien te dijo la frase esa de: «Tú descansa cuando el bebé duerme…» Bueno, acordándome de esa persona y de toda su familia, jajaja. Sí, se hace duro, y a pesar de estar siempre acompañada, la maternidad al principio es muy solitaria.
    ¡Un abrazo!

  9. Paloma 16/02/2016 at 11:01

    Me ha encantado tu post Belén! Cierto como la vida misma… En nuestro caso (tenemos 3), cuando tuvimos el primero todo eran consejos (pocas preguntas) y con los dos siguientes las contemplaciones eran mucho menores dado que ya sabíamos lo que había… en fin, siempre tiene que haber de todo y el proceso me ha ayudado a valorar las cosas realmente importantes ;) y también a tener más empatía con otros, que siempre es bueno jejej Un abrazo!

  10. Isabela 16/02/2016 at 11:06

    Muy bonito el post de hoy Belén me ha encantado.

  11. Marisa Peral 16/02/2016 at 12:52

    Hola cariño, estoy leyendo tu post y todas las respuestas casi gemelas y no sé por donde empezar.
    Siento que este blog está siendo una maravilla que te está haciendo que afloren multitud de sentimientos en todos los aspectos y de pronto, me siento como una gran desconocida, como una madre que no ha sabido ver que me necesitabas y me está doliento mucho.
    Quizá es que tampoco nos resulta fácil, ni a ti ni a mi, expresar verbalmente lo que sentimos y este medio nos da alas para hacerlo ahora.
    Hoy te pregunto una y mil veces ¿Cómo estás?
    Y vuelvo a mi primer embarazo y a mi primer parto y al segundo, el tuyo… y al tercero y al cuarto que no finalizaron y nunca, nunca, nunca me preguntó nadie ¿cómo estás?
    Esa puede ser la razón por la que yo no lo hiciera.
    Pero no cuestioné que no pudieras darles el pecho, con Amaya fue un horror y no se agarraba ni a tiros y con Mateo entendí perfectamente que no quisieras pasar por el mismo suplicio.
    No me pareció mal que decidieras dejarles el chupete, yo también os lo ofrecí a vosotros…
    No recuerdo si te llevé una flor y, en fin, espero que no sea tarde para preguntarte con todo mi amor, Belén ¿cómo estás? ¿cómo estáis?
    Te quiero infinito.

    1. belén 16/02/2016 at 15:37

      Mami, las dos expresamos más con abrazos. Yo tampoco te pregunté nunca «cómo estás?» y debería haberlo hecho, más aún sabiendo que tu habías pasado por algo parecido años atrás.Siempre me apoyas, me animas y eres la mejor madre que puedo tener. Te quiero más infinito todavía. Ya te dije que ser madre me ha hecho quererte aún más si cabe. TQMMMM

  12. By Mary Galou 16/02/2016 at 13:59

    Ay Belén, me ha encantado el post. ¡Tienes un talento natural para encontrar temas interesantes y poco tratados!

    Yo tuve suerte en muchas cosas. Mis padres y mis suegros vinieron corriendo y nos ayudaron muchísimo durante esos primeros días. Lo duro fue que a Isabel tuvieron que llevársela a otro hospital y no pude verla (ni intentar darle el pecho, con lo que eso supone) hasta el tercer día. En fin, todo un lío. Pero al menos tuve bastante intimidad y tranquilidad. Ah, y un buen bocata de jamón que me trajeron mis padres en cuanto la doctora dio permiso para que comiese algo :D

    No me había enterado de que tu primer embarazo había sido gemelar. A mi madre le pasó lo mismo con mi hermano mediano (el penúltimo), que iban a ser dos y al final nos quedamos sólo con él. Siempre dice lo mismo, que nunca se sabe y que quizá entonces Joaquín (el benjamín) no hubiera nacido. En estas cosas una nunca sabe qué o cómo preguntar, pero espero que sea algo que no te pese a día de hoy.

    ¡Un besote, supermamá! :)

  13. Marisol 16/02/2016 at 23:10

    Qué bonito Belén. Sabes que es una gran suerte que puedas escribir todas éstas cosas que sientes o has sentido? Ayudas un montón a mujeres que están pasando ahora por éstas mismas situaciones. Y tanto tu madre como yo, que también hemos pasado por esto mismo y al ser de otra generación no lo hemos podido expresar nos emociona y entristece por no haber sabido ayudar. Y yo me he sentido muy muy sola. Te envidio sobrina y te quiero y te preguntó ,Cómo estas? Un besazo.

  14. Lorena 17/02/2016 at 01:03

    Mañana cumple mi niña 2 años … Me siento súper identificada con tu post ! Madre mía sobre todo la soledad de la baja maternal … Te leo siempre. Un abrazo

    1. belén 17/02/2016 at 15:21

      Mil gracias Lorena! nos toca pelear y lidiar con esa soledad…si tuviera un tercero creo que cambiaría muchas cosas ;-) un abrazo

  15. Marisa Peral 17/02/2016 at 12:28

    Hola hermana ¿cómo estás?
    Quizá nos hacemos la pregunta pero no en el momento adecuado, no sé pero al leer el post de Belén yo me sentí mal por no haber sabido hacerlo mejor, a pesar de que también pasamos por lo mismo.
    Te quiero mucho y por ese pudor que, de alguna forma, nos inculcaron nos lo hemos dicho muy poco, en realidad nos lo estamos diciendo ahora más que toda nuestra vida. Yo también te eché, y te echo de menos así que, aprovechando este precioso post, os digo a las dos…
    Os quiero muchísimoooooo.
    Besos a capazos.

    1. belén 17/02/2016 at 15:23

      Hay que decirse te quiero más a menudo! Vosotras sois el pilar de la familia así que muy mal no lo habeis hecho. Fuera culpas mamá. Se que te tengo y es suficiente. Un besazo tremendo!

  16. Arantxa 18/02/2016 at 12:55

    Cuánta razón! yo no lo viví así porque mis peques se quedaron tres semanas en el hospital y familia y amigos estuvieron muy pendientes de que el padre y yo estuviéramos bien. Luego ya, cuando pudieron ver a los bebés, se olvidaron un poco de nosotros… pero es verdad que nos olvidamos de nuestras amigas, primas…las nuevas mamis y sólo preguntamos por los peques, y un ¿cómo estás? no cuesta tanto ¿No?