El otro día leí un post de una compañera blogger y amiga del grupo que tenemos formado a raiz de una de las Cenas Adivina. Carmen, de Valentina y el País Menudo, contaba que había asistido a una charla de coaching profesional en la que una de las actividades propuestas era hablar a su «yo niña» y pensar qué le diría si pudiera hablar con ella. Un ejercicio para reflexionar y encontrar en el pasado las llaves para cambiar nuestro futuro. Indagar en nuestro interior, reconocer y cambiar.
Me ha parecido un ejercicio interesante de hacer. Sin ánimo de encontrar claves recónditas pero si con la intención de pararme dos minutos (que últimamente me paro poco) y reflexionar sobre cómo era yo de pequeña (o lo que recuerdo…) y analizar esas cosas que me han hecho ser como soy. Al fin y al cabo en la infancia se define nuestra personalidad. Quería hacer el intento y compartirlo contigo…a ver qué sale y si te animas, ¡cuéntamelo!.
Primero me he planteado hablarle a mi «yo niña» de unos ….5 años. La edad que tiene ahora Amaya. Creo que a esa edad simplemente me diría «no te pelees tanto con tu hermano» y «no pelees con mamá por la ropa, deja que te ponga los vestidos de nido de abeja que ya podrás elegir tu ropa cuando seas mayor». Recuerdo una infancia muy feliz y que haya tenido algo mal de genio de toda la vida no es algo que crea que deba comentarme a mi misma. Así que avanzo en el tiempo y me encuentro con mi «yo niña» de 13 años y lo primero que me diría es que no pasa nada por ser tan enamoradiza. Es bueno tener un corazón grande y generoso pero no hay que tomarse todo tan a la tremenda. Lo bueno está por llegar y ese amor enorme será correspondido (creo que me tranquilizaría saber en esa época que llegaría el amor de mi vida así que, ya que tengo la posibilidad de ponerme en modo oráculo, me haría el favor a mi misma).
También me diría…sal más con tus amigos y estudia algo menos. Siempre súper responsable y quizá volcada en los estudios con demasiada pasión para suplir carencias sociales o inseguridades…es así. En su momento no lo recuerdo de esa manera pero con distancia creo que algo de eso había.
Me diría que todas esas inseguridades de niña me harán fuerte con el tiempo. Que los complejos desaparecerán y que ese cuerpo que no me gusta será capaz de dar vida. Dos vidas. Y no me quedará otro remedio que amarme también a mi.
También me diría: pasa más tiempo con tus abuelos y pregúntales mil cosas. Creo que los abuelos hay que disfrutarlos cuando se es niño y creo que hay muchas cosas que se llevan sin contar …
Me diría «prueba el sushi, que te va a gustar«…»quítate las hombreras y no te hagas la permanente, no te favorecen«.
Me felicitaría por aceptar ir a Inglaterra e Irlanda siendo tan pequeña. Ole. Y ole a mis padres por animarme y por darme la posibilidad. En este sentido me diría «dale las gracias a tus padres por la educación que te están dando» y de paso, aprovecho porque seguramente mi madre me lea…GRACIAS, GRACIAS,GRACIAS. Y no solo por eso, por el día a día, por enseñarme tantas cosas.
Me diría DISFRUTA más las cosas, confía en tu instinto y pelea por lo que te hace feliz. Vales mucho más de lo que crees y no tienes nada que perder por mostrarlo. Tienes que ser generosa también contigo misma.
Creo que tendría más charlas con mi yo niña pero tampoco es cuestión de atormentarme la infancia ;-)
Me siento orgullosa de ser cómo soy. Hay cosas que pulir, obviamente… Creo que he tenido que pelear con miedos internos, como todo el mundo, y creo que eso y ser muy sensiblona me ha dado una de las cosas que más me gustan de mi: la capacidad de empatizar fácilmente. Eso si, llorona a rabiar también…
Y tu, ¿qué le dirías a tu «yo niña»?.
Te leo, claro que te leo.
Y hoy aunque tarde, creo que a mi Yo Niña no le diría nada, me lo pasé genial y recuerdo mi infancia maravillosa, llena de contrastes y encuentros porque durante los años que vivimos en Guinea Ecuatorial, mi hermana Marisol no pudo estar con nosotros por un problema de paludismo, y se tuvo que quedar con la abuela Julia.
Así que, cuando volvimos a quedarnos aquí, en España, me encontré con una hermana nueva y fue precioso.
Yo ahora, tendría más cosas que decirle a mi yo a partir de los 19 años, pero me lo repito con frecuencia y ya no es interesante. Ni tiene arreglo… jajajaja!!
Me gusta todo lo que has escrito y también te doy las GRACIAS ENORMES porque nunca fuiste una niña problemática y tienes razón en cuanto a lo de cambiar que hubieras salido más y estudiado menos. A veces yo pensaba que te estabas perdiendo cosas que sólo se viven durante la adolescencia pero eras así y era bueno también. Si no, mira el resultado.
Lo de insistir tanto en que fueras a Dublín, Londres, Bournemouth y Cork, te puedo asegurar que fue cosa mía, porque yo no pude y quería que tú tuvieras la oportunidad de estudiar un idioma, pero en condiciones, no como estudiábamos nosotras que era un chapurreado inentendible en francés :-)
A papá le daba un yuyu cada vez que yo decía de aprovechar esos cursos, y yo también lo pasaba mal cuando te ibas pero creo que fue un gran acierto.
Has escrito un gran post y como también soy de lágrima fácil… pues eso, aquí me tienes con el rimel hecho polvo :-)
Todas estas esperiencias y reflexiones tenlas en cuenta cuando tus hijos lleguen a esa edad.
Y déjales volar.
Mil besos
Uys!!! Las Experiencias con X son mejores que que con S ??
Pues yo no sé cómo eras de niña pero a mi me has conquistado en sólo 1 día guapa ;-) ?
Que me sacas los colores! Qué ilusión leerte en el blog! Gracias!!!!