La primera vez que me metí en una cocina a hacer fotografías me quedé muy sorprendida de la capacidad de trabajo, sacrificio y la gran vocación que tienen los cocineros.
De aquella vez hace ya casi un año y tenía otra vez el gusanillo de volver a colarme entre fogones. Esta vez, y viendo que por aquí hay también mucho goloso, he tenido el placer de poder entrar en un obrador y ver de cerca el proceso de elaboración de los famosos Eclair que están siendo un éxito en Conde Duque.
Tengo grabado a fuego en la memoria el sabor y la textura de los petit choux de chocolate de una famosa pastelería a la que iba con mis padres cuando era pequeña, así que nada podía hacerme más ilusión que ver cómo ese pastelito cobra vida y se actualiza gracias a Eclair Madrid. ¿Entras conmigo en la cocina?.
Jose Manuel está poniendo el punto francés delicado al barrio de Conde Duque. Él no es francés, ni tampoco sabía que sería pastelero pero…un ingeniero reconvertido gracias a su pasión y su formación en Le Cordon Bleu no podía hacer otra cosa que un pastel refinado.
La elaboración en el obrador
El trabajo arranca en el obrador por la tarde para dejar todas las masas y cremas listas para comenzar a montar a las 7am del día siguiente. 4 manos y 5 horas por delante para hacer de manera artesanal, con mimo y mucho gusto toda la producción para vender a partir de las 12:30h en su tienda obrador de la calle Amaniel, 38.
Jose Manuel tenía el gran reto de actualizar estos famosos pastelitos tradicionales franceses y lo está haciendo con creces. Dos tamaños diferentes y 10 sabores dan cuenta de su talento, su creatividad y el trabajo que hay detrás: limón, fruta de la pasión, avellana, choco avellana, frambuesa, vainilla choco, café, coco y pistacho fresa son, a día de hoy, sus grandes triunfadores pero…Jose Manuel no deja de darle vueltas y probar cosas nuevas que seguro llegarán pronto a su obrador.
Entrar en el obrador y verles con las manos en la masa ha sido precioso. Un baile a 4 manos perfectamente sincronizado y un trabajo delicado cuidando al detalle cada uno de los Eclair: su relleno, su cobertura, el glaseado, la temperatura, la decoración y toppings de cada pieza.
El resultado final de los Eclair
El resultado está a la vista…¡y al gusto!
Sabores delicados, textura cremosa, el punto crujiente perfecto….un trabajo que entra por la vista porque la verdad es que los eclair no pueden ser más bonitos, y un resultado de repostería de lujo y refinada.
A las 12h Jose Manuel comienza el último ritual de los Eclair: su colocación en la cámara de venta al público. Con paciencia, criterio estético y casi milimetrados, los eclair están listos para irse con los afortunados clientes que llegan de todas partes de Madrid: clientes habituales del barrio, turistas que se acercan intrigados por este tipo de pastel, clientes que han hecho algún encargo o golosos que pasan por allí y no pueden evitar la tentación.
Jose Manuel apostó por este proyecto, por traer algo diferente a Madrid y va creciendo poco a poco fidelizando clientes. El talento y el buen hacer tienen premio y…estoy segura de que este pequeño gran obrador de Conde Duque será solo el principio de una nueva manera de hacer pastelería.
Seguro que estás deseando probarlos así que…no dejes de pasarte por allí: apunta: Eclair Madrid. En Amaniel, 38.
Qué buena pinta! Leyendo este post dan ganas de ir a probar uno!
Están deliciosos! Y muy cerquita tienes la quesería cultivo y la panadería panic ?