El barrio de La Latina tiene un encanto especial. Un barrio versátil en el que el tapeo y los restaurantes de moda conviven a la perfección entre sus plazas con sabor castizo. Y ahí, entre sus calles con historia, sus turistas perdidos y la gente del barrio de toda la vida, se encuentra la tienda que te enseño hoy y… te aviso desde ya para que no te pille desprevenida: Si pasas por delante, no podrás evitar pararte.
Cuando entras en Cocol te das cuenta al instante de que no es una tienda cualquiera, que no hay postureo ni es fruto de tendencias o modas pasajeras. Su tienda huele a cariño, a tradición y a gusto por las cosas de toda la vida.
Pepa, su fundadora, llegó hasta Cocol de una manera instintiva. Era un «come-come» que le rondaba la cabeza hacía mucho tiempo, pero que el ritmo acelerado del día a día y 15 años trabajando como coordinadora de proyectos de equipamiento hospitalario a nivel internacional, no le habían dejado tiempo para darle forma; hasta que su destino se plantó y le dijo: «Pepa: ahora es el momento». Ella es vecina del barrio de La Latina y este local estaba predestinado para ella. Fue casi un flechazo y en cuanto supo que se alquilaba se desencadenó todo como un tsunami.
En unos meses de locura y mucho trabajo, Pepa por fin dio pistoletazo de salida a Cocol. Una tienda con un nombre cercano que trasmite esa familiaridad de los objetos de artesanía que en ella puedes encontrar. Una mezcla de lo «cool» y lo «slow» de todos esos proyectos que ella cobija en su espacio.
Cocol es la apuesta personal de Pepa por el trabajo tradicional, por los negocios familiares y los proyectos de pequeños artesanos que quieren dar su protagonismo a la materia prima. Juntos levantan la voz por otra forma de consumo más consciente. Su pequeña-gran aportación al ritmo endiablado del consumo rápido a bajo precio que sufrimos hoy en día.
¿Qué puedes encontrar en Cocol?
Encontrarás piezas muy especiales de todo tipo: cerámica, cristal, piezas de esparto, sombreros y gorras artesanos, cuero, tablas de madera, echarpes tejidos a mano… piezas dispares pero con algo único en común: la habilidad para transportarte en un segundo a tus recuerdos de infancia: el olor a puchero de tu abuela, la huerta del pueblo, los paseos por el campo con tus primos…. Recuerdos que hacen sonreír siempre a todo el que entra y….¡a Pepa eso no puede hacerle más ilusión!
Objetos bellos y sencillos, artesanía con alma y piezas con la memoria de nuestra infancia.
Tengo que decir que es un lujo ver a Pepa en acción. Ella selecciona personalmente cada proyecto y cada pieza que entra en Cocol. Mima al detalle dónde va cada sombrero, vasija o plato y me confiesa que a veces incluso le ha dado pena desprenderse de alguna pieza a la que tenía cariño especial.
Cocol no está en una zona comercial. Está en la Costanilla de San Andrés, junto a la bonita plaza de La Paja con sus terrazas, su café Delic y una hamburguesería que, según he leído, es la mejor hamburguesería vegana de todo Madrid así que…¡habrá que probarla también cuando vuelva a Cocol!.
Pepa sabe que su apuesta no es fácil, pero también confía en el cambio de mentalidad que está habiendo. La gente valora cada vez más las piezas con valor añadido y el trabajo artesano. Estamos viviendo una vuelta a la manera tradicional de producir y a buscar aquello que no es tan efímero.
Te invito a que hagas el ejercicio de hacer una visita a Cocol y me digas si es o no cierto que te transporta a otra época. Una tienda acogedora, un trato exquisito y el lugar perfecto para elegir un regalo o hacerte con una pieza especial para completar tu vajilla sobria y (demasiado) minimalista.
¿Aceptas el reto?
Cocol
c/ Costanilla de San Andrés, 18.
28005 Madrid.