Si me lees habitualmente, sabes que con Amaya hemos tenido épocas de miedo a la oscuridad (aún hoy seguimos con miedo y con lámpara tenue en la habitación) y terrores nocturnos. Es un tema con el que estoy especialmente sensibilizada y creo que esas noches de desesperación e impotencia no las merece pasar ningún padre ni las debería sufrir ningún niño pero….son cosas del desarrollo y hay que pasarlo lo mejor posible y con paciencia.
He tenido la oportunidad de estar en contacto con Isabel, del centro TAP (tratamiento avanzado psicológico) y puesto que son profesionales, nadie mejor que ellas para que me dieran 5 consejos para afrontar los terrores nocturnos con nuestros hijos y poder compartirlos contigo a través de Oh my mum!. A continuación puedes leer su artículo. ¡Gracias Isabel por implicaros!.
Los terrores nocturnos o terrores del sueño aparecen entre el 1 y el 5% de los niños en edad escolar. A diferencia de las pesadillas, estos episodios suelen seguir siempre un mismo patrón y se manifiestan en el primer tercio del sueño.
El niño duerme tranquilo, súbitamente se sienta en la cama, se mueve de forma brusca, grita aterrorizado mostrándose desorientado y no conoce a los padres. Incluso si se despierta, parece confuso y sin saber qué es lo que está pasando. Todo esto puede ir acompañado de señales corporales como: sudoración, enrojecimiento facial, pupilas dilatadas y aumento de frecuencia cardiaca. Cuándo la crisis remite, el niño sigue durmiendo plácidamente.
Es importante saber que los terrores nocturnos o terrores del sueño, cumplen una función evolutiva y madurativa. Por tanto, los padres NO podemos evitarlos. Desde esta perspectiva, veamos qué podemos hacer, teniendo siempre en cuenta, que nuestra actitud ejerce una poderosa influencia en nuestros hijos. Es decir, cómo nosotros afrontemos esta situación será la clave para que ellos puedan experimentar estas vivencias sin traumas.
5 claves para acompañar a nuestros hijos ante los terrores nocturnos:
- La primera y fundamental: los padres ¡no los podemos evitar!.
- Nuestra función es acoger a nuestros hijos/as en el momento en el que aparezca el episodio, trasmitiéndoles mensajes afectivos y tranquilizadores.
- Dedicar unos minutos antes de ir a la cama para identificar con el niño/a sus preocupaciones, vivencias, actividades que hayan pasado durante la jornada, de esta manera podremos traducirles sus malestar dándoles seguridad.
- Hacer que el paso de irse a la cama sea positivo y lo más agradable posible para que el niño/a encuentre el espacio como seguro y acogedor.
- Una vez que el niño/a se haya tranquilizado, debemos continuar con la rutina del sueño, no es necesario ni conveniente que le despertemos.
**CENTRO TAP es un centro de psicología y psiquiatría. Facilitan tratamientos asociados a la regulación emocional (ansiedad, estrés, resolución de conflictos, toma de decisiones, duelo, fobias…) y tienen diferentes áreas de intervención: psicológica (terapia individual, de pareja, familiar, infantil, adolescentes), sexología, psiquiatría y psicopedagogía. También tienen experiencia en formación y actualmente tienen 5 programas formativos: habilidades de comunicación, inteligencia emocional para padres, desarrollo de la autoestima, regulación emocional para niños, mindfulness.
Puedes encontrarles en Av. Manoteras, 8. 28050 Madrid y contactar con ellos en: Tlf: 91.287.63.47. Mail: info@centrotap.es
Vaya Belén, siento que Amaya tenga terrores nocturnos, la verdad que tiene que ser anguntioso sobre todo para vosotros. Tengo un compañero que sus dos hijos tuvieron terrores nocturnos y lo contaba como lo peor, incluso llegaron a ir a urgencias, porque decía que la falta de sueño los estaban machacando.
Son etapas del desarrollo como tu dices.
Ánimo y ya se parsará
Un post súper interesante, Belén. Sobre todo porque aclara los términos. Y es que en la puerta del cole me ha tocad escuchar muchas veces cómo se habla de terrores nocturnos y pesadillas como si fuesen lo mismo.
Nosotros sólo hemos tenido episodios de pesadillas con las niñas (y no muchas), pero se agradece leer consejos sobre como actuar de alguien que lo está viviendo en primera persona.
¡Un abrazo!
Muchas gracias por el post. De momento no hemos pasado por eso aunque algunas noches mi hijo dice que tiene miedo a la oscuridad y pide que encendamos alguna luz o quiere venir a dormir con nosotros. Todavía no tengo claro si es miedo de verdad o es una excusa para dormir con los papis… ya se verá…
Qué suerte poder contar con la ayuda de profesionales y que hayan colaborado para poder aclarar las diferencias en este post.
Siempre es muy interesante todo tipo de información porque así sabemos cómo comportarnos.
Aún tengo tu imagen llorando, sin saber por qué pero aterrorizada. :-(
Amaya lo superará, está en el camino.
Millones de besos.
¡¡Ya es jueves!!